Dicen que el invierno es blanco,
pero a veces
la humedad llena de musgos el campo.
Los árboles se quedan desnudos,
y en las mañanas
se despiertan con escarcha en sus nudos.
El pequeño rio avanza cantarín,
a ambas orillas
las grandes rocas se cubren de verdín.
Una acequia desemboca en el río,
allí los árboles
siguen hermosos a pesar del frío.