lunes, 10 de marzo de 2008

El son de sus alas: Isabel Carrión



Suave y dulce vacío
se apaga la luz
llego al final del río
el cielo es azul.

Suave brisa nocturna
el silencio es absoluto
más allá de la penumbra
y tras las ropas de luto.

El viento me acaricia
la paz me envuelve
cual dulce delicia
en su tul de muerte.

Nada huelo, nada veo,
nada oigo, solo siento
su presencia ausente
y el son de sus alas,
que percibo en mi mente
cual comitiva de hadas
oscuras de muerte.

2 comentarios:

Cuervo dijo...

mueeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeerteeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee (babaza)

Anónimo dijo...

Muy bonita, pero tus poesías siguen tan tetricas como siempre.

un beso

Toñi